lunes, 22 de febrero de 2010

Festival de fuego en Wakayama


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El pasado 6 de Febrero asistí al festival del fuego o Festival de las luces o antorchas ( お燈祭り. otou matsuri), en la localidad marítima de Shingu, en la prefectura de Wakayama, que es colindante con MIE. El festival es una celebración ritual sintoísta. El sintoísmo es una religión de origen totalmente Japonés que tiene como principal filosofía la armonía con la naturaleza.
La peculiaridad de este festival es que sólo pueden participar hombres.
Era una mañana soleada, pero muy gélida y con un viento un poco molesto. A pesar de que el día estaba despejado, se veía una fina nieve arrastrada por el viento que no llegaba a caer al suelo. Temprano, me dirigí a la estación de Tsu, donde me esperaban el médico ( mi alumno de Español) y su esposa. El viaje en tren JR hasta nuestro destino sería de 3 horas. Cuando llegamos a Shingu, el día seguía frío y despejado, pero esa extraña nieve que no llegaba a humedecer el suelo todavía nos acompañaba. Allí, el hijo de mis acompañantes nos esperaba en su coche, y juntos no dirigimos al hotel. Empecé a preparar mi vestimenta para el ritual... sólo se pueden llevar ropas blancas, debido a que la montaña que hay que subir es Sagrada, y el blanco es símbolo de purificación. Llevaba doble ropa interior y dobles calzones hasta los tobillos, calcetines y "jikatabi" que son unos calcetines ( en este caso zapatillas) que llevan el dedo pulgar del pie independiente, y por supuesto la bata y el pantalón típicos. Mientras me estaba vistiendo, el doctor llamó a mi puerta. Al abrir me dijo en un perfecto castellano: "toma tu merienda". La merienda constaba de un vaso de leche, un yogurt natural, una tableta de chocolate blanco y medio queso camembert. Los ojos, y las manos primeramente se me fueron directamente al queso. No comía queso de verdad (aunque sea francés) desde... no recuerdo cuando. El caso es que me supo a gloria bendita.
Antes de subir la montaña sólo se pueden comer y beber alimentos blancos... y transparentes también. Apunto esto, porque el sake japonés es transparente... ¿ lo pilláis ? Veo que sí. Pues eso mismo que estáis pensando... más de uno, sube la montaña purificado pero borracho perdido.
Del hotel nos dirigimos a una tienda donde vendían las antorchas que hay que portar y nos acabaron de vestir, arrollándonos una cuerda por la cintura. En la antorcha hay que escribir 3 deseos a cumplir en el año presente. Yo escribí: salud, trabajo... y el médico me dijo:" y matrimonio. Escribe matrimonio... en Japonés. Mi hijo también lo ha escrito. A ver si os casáis ya"..

Y así lo hice, a petición popular: Salud, Trabajo y 結婚 (kekkon).
Cuando llegamos al punto hasta donde tienen permitido llegar las mujeres, vi por primera vez en Japón una fila de antidisturbios con casco, porra y escudo protector, perfectamente enfilados, como en posición de espera de los Ultrasur o Frente Atlético a la salida de un partido. Me imagino que estaban allí, porque en alguna ocasión, aquellos que piensan que lo transparente es blanco habrán dado algún problema.
Nos dirigimos a la montaña y escalamos los 538 escalones de que consta hasta su cima, donde hay un santuario sinto coronado por una inmensa piedra que parece depositada a propósito. Me imagino que es por esta razón por lo que en su día se decidiría construir allí un templo sintoísta, y de ahí vendrá el carácter sagrado y místico de la montaña.
En la cima se calcula que habría más de 3000 personas aguardando para encender sus antorchas. Tras esperar más de 2 horas en la cima, y con un frío que empezaba a hacer inútil mi doble prenda interior, desde dentro del templo salieron unos 5 monjes portando una gran llama, de la cual todos empezaban a alimentar sus antorchas con la llama sagrada. En cuestión de segundos, había fuego a mi alrededor de todas las antorchas y el calor se hizo sofocante. El peligro de quemarse era muy elevado, porque siempre hay un despistado que no levanta la antorcha lo suficiente y te la puede pasar por el pelo... imaginaos lo que podría ocurrir... un look de lo más Llongueras.
Si bien el ascenso a la montaña fue llevadero porque la gente sube poco a poco durante 3 horas, el descenso se hace pesado porque todos quieren bajar al mismo tiempo, y se hace lento además de que hay que ir pendiente de que tu antorcha no se apague. El abundante humo también es molesto. Eché en falta una mascarilla.
Una vez bajo, y después de rezar para que mis deseos puedan ser cumplidos, nos dirigimos a un restaurante de la ciudad donde pude comer ballena por primera vez. Esta localidad es muy famosa por su historia y tradición ballenera.
Comí ballena en forma de sashimi (carne cruda)... yo quería comer un bistec de ballena asado al estilo churrasco argentino con unos ajitos...pero otra vez será.
Después de cenar, el hijo del médico (que también es médico) y yo nos dirijimos a un izakaya ( un bar para beber y tapear) donde nos esperaban un grupo de médicos y residentes del hospital del lugar y bebimos, comimos y charlamos amigablemente.
Fue un día muy agradable en el que pude conocer más sobre las gentes, tradiciones y aspectos culturales que sólo en el Japón más rural y apartado se pueden experimentar.
Desde aquí quiero agradecer al doctor y a su familia su gentil invitación.
El domingo 7 de febrero continuó la ruta... os contaré en otro post.

7 comentarios:

  1. Todo genial salvo lo del matrimonio, aún tenía esperanzas...
    No te imaginas lo maravilloso que es leerte desde aquí.
    Un petó.
    Juan.

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  2. No lo acabo de pillar. Esperanzas ¿de qué?
    Podrás hablar tú que te casaste el año pasado...
    Aparte, como bien explico, lo de escribir matrimonio fue a petición popular.
    Me alegro de que os guste el blog.

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  3. Juan, serà possible? lo bé que estaria un soparet pel Carme amb el Xavi, i el tio per ahí, per japó de disfresses. Xavi, que no t'entren celets, el blog està de categoria, però el "Cepa y Pincel" no està gens malament per a un enamorat del vi...

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  4. Ya rezarias tu mucho para lo del matrimonio. Curiosa la similitud con nuestra cultura, blanco=pureza y ni comentar lo del punto a partir del cual las mujeres tienen vetado el acceso. En Alcoi en la Albufera la han liado parda las mujeres por entrar en ambitos tradicionalmente reservados exclusivamente a hombres.

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  5. Yo también tengo queja, y si lo piensas, sabrás de qué se trata... Respetando mucho a las mujeres como sabes que lo hago, no es el hecho de que les veten el paso, sino que comas ballena! Sé que si no lo haces tú lo hará otro, pero por alguien tiene que empezar. Me has decepcionado Xavi... Pensé que no eras de "esos".
    J.

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  6. Hola! Sabía que el vegetariano saltaría ante mi degustación de ballena. Precisamente mi próximo post se centra en el tema ballenero.
    Estoy concienciado no sólo con el tema de las ballenas, sino también uno que es tan grave como es el atún rojo que está seriamente en peligro y aquí se consume muchísimo.

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  7. Lo del matrimonio se lo recomendé yo, a ver si caes. En tu "boda" no pongas ballena. Yo paso, mejor un entrecot o algo pasado por la plancha...
    David

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