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El pasado 6 de Febrero asistí al festival del fuego o Festival de las luces o antorchas ( お燈祭り. otou matsuri), en la localidad marítima de Shingu, en la prefectura de Wakayama, que es colindante con MIE. El festival es una celebración ritual sintoísta. El sintoísmo es una religión de origen totalmente Japonés que tiene como principal filosofía la armonía con la naturaleza.
La peculiaridad de este festival es que sólo pueden participar hombres.
Era una mañana soleada, pero muy gélida y con un viento un poco molesto. A pesar de que el día estaba despejado, se veía una fina nieve arrastrada por el viento que no llegaba a caer al suelo. Temprano, me dirigí a la estación de Tsu, donde me esperaban el médico ( mi alumno de Español) y su esposa. El viaje en tren JR hasta nuestro destino sería de 3 horas. Cuando llegamos a Shingu, el día seguía frío y despejado, pero esa extraña nieve que no llegaba a humedecer el suelo todavía nos acompañaba. Allí, el hijo de mis acompañantes nos esperaba en su coche, y juntos no dirigimos al hotel. Empecé a preparar mi vestimenta para el ritual... sólo se pueden llevar ropas blancas, debido a que la montaña que hay que subir es Sagrada, y el blanco es símbolo de purificación. Llevaba doble ropa interior y dobles calzones hasta los tobillos, calcetines y "jikatabi" que son unos calcetines ( en este caso zapatillas) que llevan el dedo pulgar del pie independiente, y por supuesto la bata y el pantalón típicos. Mientras me estaba vistiendo, el doctor llamó a mi puerta.
Antes de subir la montaña sólo se pueden comer y beber alimentos blancos... y transparentes también. Apunto esto, porque el sake japonés es transparente... ¿ lo pilláis ? Veo que sí. Pues eso mismo que estáis pensando... más de uno, sube la montaña purificado pero borracho perdido.
Del hotel nos dirigimos a una tienda donde vendían las antorchas que hay que portar y nos acabaron de vestir, arrollándonos una cuerda por la cintura. En la antorcha hay que escribir 3 deseos a cumplir en el año presente. Yo escribí: salud, trabajo... y el médico me dijo:" y matrimonio. Escribe matrimonio... en Japonés. Mi hijo también lo ha escrito. A ver si os casáis ya"..
Y así lo hice, a petición popular: Salud, Trabajo y 結婚 (kekkon).
Cuando llegamos al punto hasta donde tienen permitido llegar las mujeres, vi por primera vez en Japón una fila de antidisturbios con casco, porra y escudo protector, perfectamente enfilados, como en posición de espera de los Ultrasur o Frente Atlético a la salida de un partido. Me imagino que estaban allí, porque en alguna ocasión, aquellos que piensan que lo transparente es blanco habrán dado algún problema.
Nos dirigimos a la montaña y escalamos los 538 escalones de que consta hasta su cima, donde hay un santuario sinto coronado por una inmensa piedra que parece depositada a propósito. Me imagino que es por esta razón por lo que en su día se decidiría construir allí un templo sintoísta, y de ahí vendrá el carácter sagrado y místico de la montaña.
En la cima se calcula que habría más de 3000 personas
Si bien el ascenso a la montaña fue llevadero porque la gente sube poco a poco durante 3 horas, el descenso se hace pesado porque todos quieren bajar al mismo tiempo, y se hace lento además de que hay que ir pendiente de que tu antorcha no se apague. El abundante humo también es molesto. Eché en falta una mascarilla.
Una vez bajo, y después de rezar
Comí ballena en forma de sashimi (carne cruda)... yo quería comer un bistec de ballena asado al estilo churrasco argentino con unos ajitos...pero otra vez será.
Después de cenar, el hijo del médico (que también es médico) y yo nos dirijimos a un izakaya ( un bar para beber y tapear) donde nos esperaban un grupo de médicos y residentes del hospital del lugar y bebimos, comimos y charlamos amigablemente.
Fue un día muy agradable en el que pude conocer más sobre las gentes, tradiciones y aspectos culturales que sólo en el Japón más rural y apartado se pueden experimentar.
Desde aquí quiero agradecer al doctor y a su familia su gentil invitación.
El domingo 7 de febrero continuó la ruta... os contaré en otro post.